Un color, una ciudad, un equipo: Nápoles tiene el corazón azul

Roberto Fiore, nativo de Portici en las laderas del Vesubio, se crió en Nápoles, en el barrio Vicaria, conocido por haber contribuido al crecimiento artístico de ilustres personajes de la cultura napolitana como E. A. Mario, el poeta que escribió la famosa “Tammurriata Nera”. Una canción popular basada en las crónicas de la Segunda Guerra Mundial, en un caso curioso (al menos para esa época) de maternidad. Una muchacha que vivía en un «basso»¹ dio a la luz un niño negro, que probablemente es el resultado de una noche de pasión con un soldado afroamericano.
Más allá de las reacciones de asombro, vivir en la zona del Vasto nunca fue una cuestión cromática pero, entre verdes macizos de flores en Plaza Garibaldi y el ajetreo multicolor de viajeros que transitan de la cercana Estación Central, si hay un color que desde siempre prevalece sobre los otros éste es sin dudas el azul.

En la temporada 1964/65 Roberto Fiore consideró este color tan adecuado como para eligirlo para su Nápoles, del que llegó a ser propietario después de un período tormentoso como dirigente bajo la gestión de Achille Lauro, contestado por las bajas inversiones realizadas en ocasión de la vuelta a la Serie A. La punta de lanza de ese mercado fue Faustinho Jarbas, mejor conocido como Cané, fichado, según una leyenda metropolitana, por ser el jugador con la piel más oscura entre las fotos de los talentos propuestos por el agente José de Gama.

Aquí también las matices hacen la diferencia.

Azul como el color de la Región Campania, un legado de la dinastía Angevina que reinó en la ciudad a partir de 1266 y, por supuesto, del cielo y del mar. Para ser precisos, en esa ocasión, era azul solo la banda que atravesaba la camiseta blanca. Nacida como camiseta para los partidos en calidad de visitante, terminó siendo la más utilizada, también por decisión de Fiore y del técnico Bruno Pesaola.
Un puro gesto supersticioso, es decir reproducir la uniforme del Bolonia que el año precedente se había consagrado Campeón de Italia con la banda rojiazul.

Al final, el “truco” funcionó porque el Nápoles saludó el infierno de la segunda división.

Y éste es un ejemplo de como, en las laderas del Vesubio, superstición, religión e historia se entrelazan entre si (el azul predominaba en los rituales mozárabes, transformados en romanos por el Papa Gregorio VII e impuestos, entre otros, a los Reyes Aragoneses) convirtiéndose en sellos distintivos de una ciudad que desde siempre flota sobre el Tirreno y las contradicciones, una ciudad única.

Y justamente de una ruptura luego recompuesta nació la tinta que hoy en día adorna los cuerpos de Hamšik y sus compañeros.
De hecho, todo se originó en 1922 con la fundación del FBC Internaples, o sea con la fusión entre el club principal, el Naples, y la Unión Deportiva Internacional, liderada por una parte de los marineros ingleses que habían traído el fútbol a la ciudad.

¿Nuevos colores sociales? Azul con solapas blancas.

Un sello que quedará en 1926, a pesar de la creación de la Associazione Calcio Napoli, cuyo simbolo era un caballo rampante, y en 1982, cuando en el pecho comparecieron el sponsor y el ciucciariello², elegido, con el inconfundible folclor napolitano, después del muy malo campeonato de debut, el primero a nivel nacional (según la tradición popular, la expresión “U ciuccio e fichella² indica una persona de mala salud).

napoli 1926Es muy difícil, por muchas razones, olvidarse del Scudetto tricolor sobre fondo azul en la época de Maradona, la camiseta rayada en el modelo de la selección Argentina, o las extravagancias de la última década, de la camiseta de jeans, al amarillo, a la uniforme de camuflaje de la temporada 2013/14.
No será un homenaje a los militares que aterrizaron en las costas de la ciudad pero, citando los versos de E. A. Mario, a unos napolitanos se le habrá ocurrido de cantar:

Je nun capisco ‘e vote che succede”.³

Es normal, porque Nápoles y el azul, el color principal también con el nuevo sponsor técnico, son una cosa sola.

Un vinculo inquebrantable y natural que no necesita de explicaciones.

Fuentes: Wikipedia, Biblioteca comunale dell’Archiginnasio di Bologna, «I campioni che hanno fatto grande il Napoli» di Giampaolo Materazzo e Dario Sarnataro, Vesuviolive.it

Imagen portada ©LaPresse

Notas del Traductor:
¹I bassi, literalmente, “los bajos”, corresponden a pequeñas casas con una o dos habitaciones y vistas a la calle que generalmente pueblan los barrios más degradados a nivel urbanístico y social.
²
Literalmente significa “burrito”. “U ciuccio e Fichella”, literalmente “el burro de Fichella”, es una expresión que pertenece a una leyenda de la ciudad de Cava de’ Tirreni, situada en la provincia de Salerno.
³“A veces yo no entiendo lo que está pasando”, es un verso de la canción (cantada en dialecto napolitano) “Tammurriata Nera” sobre mencionada.