Nicolás Benedetti

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Por Aniello Luciano – 21 junio 2017
Habilidades técnicas

Ofensivas. Volante de creación. Esta es la etiqueta que hoy acompaña a Nicolás Benedetti en Deportivo Cali. Arranca de la izquierda, en la posición de extremo en el 4-2-3-1 de Fernando Castro, y de ahí empieza a ofrecer pinceladas de fútbol. Con la cabeza bien alta, siempre en movimiento y siempre con una idea de juego que tiene como objetivo asistir a sus compañeros, como cada media punta (su rol favorito) que se precie. Posee la personalidad de los líderes sin ser egocéntrico, una señal de que su inteligencia es la típica de los cracks. El cuerpo y el balón se mueven para crear superioridad numérica y poner en el punto de mira a la portería rival. Posiblemente en posición central, de donde puede aprovechar de la mejor manera de su fantasía y su pie derecho, del que siempre parten disparos potentes y bastante precisos, en memoria de una adolescencia transcurrida como centrodelantero en el corazón del área. No es dotado de una musculatura prominente pero es explosivo, lo que lo vuelve adecuado para los contraataques y el mano a mano. Sabe controlar muy bien su cuerpo, que es balanceado y fuerte en la protección del balón, algo útil cuando baja a buscar la pelota, para acelerar la posesión o para desmarcarse.

Defensivas. En su camino de crecimiento fue prestada mucha atención a la fase pasiva del juego. Por ejemplo, Castro siempre se enfocó en la posición que Nicolás tiene que ocupar cuando el equipo no posee el balón o incluso cuando es él mismo que lo pierde, siempre reiterando la confianza en él por parte del técnico y del equipo. Es decir, le dejan libertad de acción total, a condición de que se comprometa en la cobertura táctica, ayudando al mediocampo.

PERSONALITY

STAMINA

SKILLS

SPEED/REACTION

Carrera

“Me gusta que me llamen ‘El Poeta del Fútbol”. Nicolás Benedetti Roa, futura estrella del fútbol colombiano, nunca escondió su visión del fútbol como forma de arte.
No es casual que la manera de tratar la herramienta principal de este deporte siempre fue más parecida a la de alguien que sostiene un bolígrafo lleno de “significado” que a la de un chico que simplemente se divierte con un objeto esférico y ligero. Toques delicados, inspirados. Nada que ver con el clásico “balón largo y correr”. Cuando era niño Nicolás corría, en bicicleta, pero una caída y la ruptura de tres dientes le hicieron optar por el fútbol que se convirtió en la única pasión del hijo de Eduardo Benedetti, que vistió la camiseta del Santa Fe a mediados de los años 70. Y fue justamente el padre que lo empujó primero a la cercana Escuela Estrellas del Norte, donde se quedó hasta 2009, y luego a la Escuela Carlos Sarmiento Lora.
El segundo fue un pase decisivo para la evolución futbolística del pequeño Nicolás. De hecho, tras haber ganado muchos títulos y marcado muchos goles (4 premios como goleador en las categorías juveniles de la Liga Vallecaucana y un “Rey Pelé” como revelación de la Copa Disney con la selección pre-infantil colombiana), el responsable técnico Alexander Cortázar, antes conocido como “El Maradonita”, decidió retrocederlo unos metros para aprovechar de una capacidad de lectura del juego superior a la de sus pares.
Técnica, visión y pases filtrantes son las características que cautivaron a los observadores del Deportivo Cali, que cuando tenía 16 años lo incorporó a sus juveniles.
Con el club azucarero Benedetti confirmó todas las buenas impresiones que había dejado, llegando al primer equipo en sólo un bienio, tras un corto pase por la Sub17 de Héctor Armando Sánchez, con la que disputó el Torneo Nereo Rocco 2014 en Gradisca y el Torneo Nacional Pre Juvenil, del que fue eliminado sobre el final por Independiente de Medellín en un partido en el que el caleño (11 goles en la temporada) no estaba por lesión. Bajo la atenta mirada de Hernando Arias, el director de las juveniles blanquiverdes, conquistó la Copa Internacional de las Américas 2014 y en la temporada siguiente se ganó el llamado del primer equipo, una vez que dejó a la Sub20 en la punta de la tabla de su liga. Un talento tan precoz que dentro de unos diez días apareció en la escena del fútbol profesional y la robó sin miramientos: el 16 de julio de 2015 debutó en Copa Colombia (5 minutos frente a Boyacá Chicó) y dos días más tarde en campeonato (con un gol ante La Equidad); poco después dio una asistencia frente a Uniautónoma, en Liga Águila, y ante los españoles del Málaga en la Copa EuroAmericana, en la que fue el mejor jugador. Un impacto sorprendente, facilitado por la agradable acogida de los referentes del grupo, por la amistad con Yerson Candelo, pero sobre todo por la habilidad del técnico Castro, que entendió la psicología del chico forjándolo a nivel mental. Sudó, soportó los golpes recibidos por el capitán Andrés Pérez, que no guardaba sus entradas duras pero correctas en los entrenamientos, y recogió consejos. A pesar de una supuesta polémica entre el padre del chico y el técnico Castro, acusado de utilizar a Nicolás menos de lo debido, Benedetti no perdió la brújula saboreando el atmósfera de la Superliga de Colombia (enero 2016), de la Copa Libertadores (marzo 2016, frente al Racing de Diego Milito) y de la Copa Sudamericana (gol decisivo ante los paraguayos de Sportivo Luqueño el marzo pasado). Hoy sigue ahí, con su camiseta número 21, inspirando el ataque del Deportivo. Europa y en particular España (Sevilla, gracias al ojo de Monchi, lo había puesto en su lista) lo llaman, pero no hay prisa. Antes hay que coronarse campeón en la Liga Águila, después de que en este primer semestre de 2017 se le escapó el título en final frente a Atlético Nacional. Un gol en cuartos de final ante Independiente Medellín y otro, decisivo, en el Clásico de Occidente frente a América de Cali en semifinales no son suficientes para emigrar y Benedetti, con tan solo 20 años, sabe que las cosas hay que hacerlas bien.

Información Del Jugador

La timidez de Nicolás Benedetti emerge ya de sus gestos, de ese físico no del todo escultural (su padre, en una entrevista, declaró que siempre ha tratado de cuidar su fragilidad, para evitar lesiones que podían arruinar su carrera) y de su tono de voz suave con el que interactúa con los media. Por otra parte, como señal de una humanidad fuerte y natural, nunca desaprovecha una oportunidad para ir a visitar a los niños de la Escuela Carlos Sarmiento Lora que lo ven como un ejemplo. Iba al Bachillerato del colegio bilingüe Jefferson, ama leer (apreció mucho un libro sobre las estrategias del “Cholo” Simeone y debe su apodo al poeta uruguayo Mario Benedetti) y en el futuro, una vez terminada su carrera futbolística, le gustaría estudiar periodismo deportivo. Como la mayoría de sus pares escucha música, especialmente la salsa de Gilberto Santa Rosa, juega con los videojuegos y vive de sueños. Uno se llama Barcelona, el club en el que juega uno de sus ídolos, Lionel Messi.

Rol

Enganche, extremo creativo

Pro Y Contra

MÁS Astucia, asistencias, tiro, cambio de ritmo

MENOS Continuidad, pragmatismo